Dénia
Es probablemente uno de los lugares tanto a nivel nacional como internacional más reconocidos del turismo alicantino. No es de extrañar ya que esta ciudad portuaria tiene no sólo un buen atractivo natural sino también un interesante legado histórico.
Si hablamos del primer punto señalado, su belleza se la otorgan los paisajes de playa y montaña como los siguientes:
– La playa de les Marines
Una magnífica playa de arena fina con más de 3000 metros de longitud situada en el norte de la ciudad. Una playa tranquila en la que poder tomar el sol en verano o dar largos paseos por la orilla. Además, su situación geográfica la convierten en un punto privilegiado desde el que contemplar amaneceres únicos muy fotogénicos.
– La playa de les Rotes
Un bello rincón costero localizado en la zona sur de Dénia, en el que predominan las rocas erosionadas por la acción del mar. Está formada por pequeños acantilados y se trata de un área de especial valor natural. Sus aguas cristalinas son un reclamo para los visitantes que desean darse un baño u observar la flora y fauna de esta reserva natural marina.
Se pueden realizar rutas de senderismo por la costa de la Marina Alta que pasan por Dénia, como la que lleva a la Cova Tallada. También podemos conocer estos impresionantes paisajes en kayak con guías profesionales.
Descubrir los encantos de Dénia desde tierra firme
Aunque el mar es el gran protagonista de Dénia, algunos de sus puntos de interés se encuentran a unos cuantos metros de la orilla como:
– El castillo de Dénia
De obligada visita, esta fortificación que data de los siglos XI y XII, tiene unas impresionantes vistas al mar. Originalmente sirvió de fortaleza desde la cual controlar los piratas que acechaban por el Mediterráneo.
Es, pues, un monumento de interés histórico, y actualmente en su parte alta del edificio alberga el museo arqueológico de la villa, dividido por épocas en 4 salas.
– el Museo del Juguete
Un museo curioso si nos sentimos con algo de nostalgia o simplemente queremos echar un vistazo hacia el pasado. Se encuentra situado en lo que era la antigua estación de tren que unía Dénia con Carcaixent. En él se exponen distintos juguetes que van desde el año 1904 hasta los años 50, algunos de los cuales fueron muy populares en su época.

Moraira
Dentro del término municipal de Teulada, encontramos este núcleo poblacional, un centro de turismo internacionalmente conocido.
De hecho son muchos los turistas, especialmente venidos de Alemania, Francia o Reino Unido, que se dejan seducir por esta localidad. A su amplia oferta cultural y vacacional, se une su buena conexión con el aeropuerto internacional de El Altet.
Tradicionalmente Moraira ha sido un pueblo pesquero, algo que todavía se puede ver en las subastas públicas de pescado y marisco. Y que podemos comprobar en los diversos restaurantes de la zona que apuestan por una gastronomía con productos típicos y de calidad.
Las calles empedradas y las callejuelas del centro urbano reflejan a la perfección la fisonomía habitual de las viviendas de la Costa Blanca.
Playas vírgenes y calas de ensueño en Moraira
Si hay algo con lo que es habitual asociar Teulada–Moraira es con el mar, y en concreto con la belleza de este. Sus aguas transparentes y de color azul turquesa son el mejor reclamo para acercarse a disfrutar de ellas.
Algunas de ellas son:
- Cala Llebeig, con un acceso algo difícil pero que ofrece unas vistas impresionantes
- Cala L’Andragó, con un mirador y espacio para tomar el sol sobre roca lisa, además de disponer de restaurantes en las proximidades
- Playa del Portet, playa semi-urbana en donde poder tomar el sol tranquilamente sobre la arena
- Playa de L’Ampolla, una playa urbana de arena fina con muy buen acceso y aparcamiento en las inmediaciones
Una fortaleza a pie de playa: el Castell de Teulada
Conocido también como castillo de Moraira por estar situado en este lugar, este fortín se encuentra en la misma playa de l’Ampolla. Construido sobre una pequeña elevación rocosa, se erigió para proteger la costa de Teulada frente a los piratas berberiscos.
Restaurado en 1980, este Bien de Interés Cultural construido en el siglo XVIII, forma parte del paisaje inequívoco de Moraira.

Petrer
Si por algo es famosa esta ciudad alicantina, es por ser uno de los epicentros, junto con Elda, de la industria del calzado nacional.
Especialmente en el siglo XX, la fabricación de productos de marroquinería, calzado y bolsos eran un gran sustento económico para Petrer.
Pero este núcleo urbano de la comarca del Medio Vinalopó tiene muchos más motivos para recibir nuestra visita.
Entre sus fiestas, destacan las fiestas de Moros y Cristianos, celebradas en mayo en honor a Sant Bonifaci, y con gran interés turístico.
También tienen importancia las fiestas de los Capitanes, una especie de homenaje a los capitanes de las 10 comparsas de Moros y Cristianos.
Los emblemas más característicos de Petrer
Además de las celebraciones y fiestas patronales, Petrer tiene un amplio patrimonio histórico y arquitectónico como:
– El Castillo de Petrer
El monumento más importante de la ciudad, construido a finales del siglo XII, y de origen musulmán. Habitualmente se realizan visitas guiadas, una forma muy interesante de conocer mejor su historia y ver las distintas dependencias.
– Las casas-cueva
Unas singulares viviendas excavadas en la muralla del castillo a finales del siglo XIX, habitadas por familias necesitadas hasta los años 70. Fue la iglesia de Bartolomé, la actual iglesia parroquial, quien cedió estos terrenos adyacentes al castillo a estas familias.
Hoy en día las que todavía se conservan pertenecen al Ayuntamiento de la ciudad y pueden visitarse de forma gratuita.
– Museo Dámaso Navarro
Un museo arqueológico y etnológico en el que se muestra la cultura de Petrer desde la prehistoria hasta mediados del siglo XX.
Es una forma lúdica y muy entretenida de acercarse a la historia de la población y su forma de vida para entender el futuro.